domingo, 31 de octubre de 2010

La tormenta sólo fue de goles

La semana de la tensión y el juicio a Portugal se saldó con una cómoda victoria
En el guión de la tarde del domingo ya estaban escritas muchas cosas desde por la mañana. Los periodistas tenían pensados los titulares y, en la grada, afinaban voces para una despedida rotunda.

Estaba previsto seguir cada movimiento de Pernía y esperar alguna frase en la rueda de prensa de un entrenador en la cuerda floja. Nadie contaba con que, entre todos esos pronósticos, había un partido. El Racing lo jugó y mató con cuatro goles muchos de sus fantasmas. La calma llegó a El Sardinero antes de que acabara la tormenta. Porque ayer llovió mucho y Portugal acabó calado. Mejor así que...

«Los partidos no hay que controlarlos, hay que ganarlos», había dicho el presidente durante la semana. El Racing hizo las dos cosas. Con solvencia. Azuzado por las críticas y los insistentes reproches, fue superior, mostró su potencial ofensivo -ese que se apuntaba, pero no acababa de verse- y se plantó en el campo serio en defensa. Todo, ante una afición muy escasa en número (algo que empieza a ser muy preocupante), pero que volvió a demostrar que rara vez resta.

El míster, perseguido durante la semana y 'avisado' desde el palco, no alimentó ningún debate con su once. Puso el que casi todos hubieran puesto. Por su parte, los veteranos del vestuario se habían cansado de repetir que tenían que ofrecer algo desde el principio para ganarse la paciencia del racinguismo. Partirse la cara, o la camisa. Es lo que le pasó a Francis en los primeros minutos. El lateral acabó con la camiseta hecha jirones en los primeros minutos.

En ese arranque, el partido mostró maneras. Un remate de Cisma, un disparo de Rosenberg, un susto de Masoud y hasta un mano a mano ante Ricardo de un Ariel que pecó de obsesión con el gol durante toda la tarde. Munitis empezó a sumar pases a su estadística y a confirmar que está aprendiendo sueco. Sus combinaciones con el delantero y con Kennedy fueron de lo mejor del choque.


Kennedy y Ricardo

Todo eso, antes del gol. Es lo único que le faltaba precisamente a Kennedy para completar un arranque de Liga esperanzador. Las faltas son cosa suya y en una pegada al pico del área llegó su estreno. Su tiro fue la causa y la cantada del veterano guardameta facilitó el efecto. Aún no se había cumplido la media hora y el presunto infierno que se viviría en El Sardinero estaba mojado por la lluvia y por la tranquilidad que se vivía en el césped.

Osasuna sólo tuvo un minuto de furia, de ese carácter que tiene su entrenador y que se echa en falta viendo a algunos de los rojillos. Como dolido por el golpe, se revolvió en el césped y dispuso de un par de buenas ocasiones (en una de ellas Henrique sacó un remate bajo los palos). Y se acabó su peligro.

La tarde era para los suecos. Kennedy ya había sumado protagonismo y el otro quería resarcirse de tantas alusiones a la efectividad. Por eso, la sonrisa tras marcar en un disparo muy lejano que se envenenó gracias a la hierba mojada fue muy sincera. Era su primer gol de verdad y el segundo para la estadística. Porque el primero (el del Santiago
Bernabéu) fue con la colleja, de rebote, y no lo había celebrado nadie.

Si a Portugal le habían dado toque de atención y se sentaba en el banquillo de los acusados, el fichaje 'estrella' del Racing estaba, hasta ayer, bajo sospecha. A los dos les vino bien la advertencia.


Al toque y descanso

Rebajado el nivel de la ansiedad y con el viento a favor, el Racing se atrevió hasta a deleitarse y deleitar. Protagonizó acciones de mérito, combinó con gusto y consiguió llevar el fútbol a la zona que se le da mejor. Nada de pases entre los centrales o lentas combinaciones de Diop a Colsa y de Colsa a Diop.El juego estaba en terreno rival, donde los suecos y Munitis, con el apoyo en forma de voluntad de Ariel y las subidas de los dos laterales (especialmente Cisma), dominaban la escena sin problemas.

Al descanso se llegó sin prisas y sin pitos, algo muy distinto a lo que muchos habían previsto para la tarde. Tal fue la calma, que el arranque de la segunda tarde se pareció a la siesta a la que invitaba la tormenta. El diluvio se convirtió en protagonista y en la grada buscaban refugio.

Sólo una mano de Torrejón dentro del área tan clara como innecesaria les devolvió a la tensión que habían acumulado durante toda la semana. El Racing le dio vida a un rival que estaba muerto. Nekounam esquivó por poco la estirada de Toño y le metió una emoción al marcador que tardó muy poco en perder.

Sólo cinco minutos llegó una triple celebración. Marcó Rosenberg en su primera gran tarde de delantero con la camiseta del Racing. Portugal recibió el abrazo de todo su banquillo. Y, por último, los aficionados pudieron celebrar ya la tercera victoria de este año en El sardinero.

Hasta Pernía, en el palco, relajó su postura en el sillón al ver que la victoria era un hecho y que su recado -que no ultimátum- tuvo el efecto deseado.

Y como la tarde estaba de reconciliaciones, Torrejón se quitó el mal sabor de boca del penalti con un gol de cabeza en el primer palo en la recta final.

Fue curioso el final. En la tarde de los reproches, en el día del juicio a los banquillos, la mayor bronca se la llevó el presidente de Osasuna.

Un aficionado le puso las orejas rojas. De los de aquí, ovación a los suecos en los cambios, aplauso final de reconciliación para el equipo y para Portugal, silencio.

1 comentario:

  1. El que uno es un sinvergüenza o que el otro lo es más me da igual. Creo que es el debate de la estupidez, parto de la base que quiero que este equipo tenga los mejores resultados deportivos posibles y será su gestión la que decidirá si tiene socios o no, si estamos en primera o segunda si existe sentimiento Racinguista o vemos a los chavales con la camisa del Madrid o Barcelona porque están hasta los mismísimos de que el equipo de la región no de alegrías o no exista continuidad en un proyecto deportivo. Pelear por este o aquel es de cafres, ahora si digo con tú dinero te gestionas. Los problemas sociales es prioridad y la gestión del dinero público debe de ser utilizado en estas cuestiones y si no tenemos para un equipo en primera por mala gestión, suerte o estupidez. No debe de quitarnos el sueño la prioridad es empleo para todos

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