Se acabó la racha. El RACING vuelve a las andadas y nos "obsequia" con una nueva decepción.
Lo tenían todo a favor, racha triunfal a favor, el rival un punto por encima de nosotros, y la afición que empezaba a creer en el equipo. Pero somos el RACING, y como tal tenemos que fastidiarla cuando las cosas están a favor.
El RACING comenzó ordenado, juntas las lineas y realizando una aceptable presión sobre el rival. Hasta ahí todo bien, pero se notaba que las bandas esta vez no eran ese puñal, que penetra en el rival para hacerle mucho daño. Arana ha vuelto a las andadas, no lucha y no corre, y se pierde su principal virtud, su profundidad y su regate.
Hemos regalado el centro del campo al Getafe, y a estos si les dejar jugar, acaban matándote.
Se ha marcado pronto, ya partir de ahí, se han limitado a defenderse, con orden eso si, pero sin intentar cogerles al contragolpe.
Empezó la segunda parte y el guión no pintaba bien, Toño empezaba a ser el mejor del partido y eso es mal síntoma para el equipo, se salía sin orden ni concierto, sin crear ocasiones claras y con poca calidad, así no se puede aguantar mucho a un equipo como el Getafe. Y pasó lo que algunos nos temíamos, que nos dieron la vuelta al marcador. Después, todo eran arreones, pero con más corazón que cabeza. Pudimos empatar en alguna jugada, es cierto, pero también nos pudieron hacer el tercero en numerosas contras.
Fueron los únicos que salieron a jugar la pelota y por eso ganaron, no hay que darle más vuelta al asunto. Me da rabia, porqué de haber tenido una actitud más ambiciosa el partido se hubiera ganado comodamente, pero como vamos de rácanos nos pasa esto. A sufrir de nuevo, a jugar de nuevo con la ansiedad, y a esperar que fallen los demás. Y todo ello por no haber sido valientes en casa. La historia se repite, todo al traste en 90 minutos y vuelta a empezar.
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