martes, 29 de diciembre de 2015

Jon García refuerza la zaga racinguista

 


El Racing ya tiene su primer refuerzo del mercado de invierno, el central vasco Jon García Herrero. El futbolista y el club alcanzaron hoy martes un acuerdo verbal que deberá firmarse estos próximos días, presumiblemente mañana miércoles. Incluso Jon García podría ya entrenar a las órdenes de Pedro Munitis antes de estampar su firma en el contrato. Eso sí, el mercado de fichajes no se abre oficialmente hasta el lunes.

Jon García se había desvinculado del Lugo hace algunas semanas y desde el principio hubo interés en las dos partes por llegar a un acuerdo, aunque la negociación ha tenido sus altos y bajos. El vizcaíno estuvo presenciado el partido ante el Racing de Ferrol en un box de los Campos de Sport de El Sardinero. Varios equipos de 2ªB se habían interesado en el futbolista bilbaíno, entre ellos el Burgos de Ángel Viadero, que aguardaba también alguna posible oferta de Segunda o del extranjero. Al final, se ha decantado por el Racing de Santander donde milita su amigo Álvaro Peña.

El futbolista, de 24 años, está en buena forma física, pero sin ningún ritmo de competición, aunque disputó algunos amistosos con los luceneses. La temporada pasada solamente disputó cinco encuentros con el Lugo a causa de una grave lesión, rotura de ligamento cruzado, de la que parece que ya está completamente recuperado. Fue operado en febrero.

No es un central muy alto, mide 1,77 (1,74 según algunas fichas), pero destaca por su rapidez y agresividad. Pese a su estatura tiene un buen juego aéreo y con el balón en los pies no es torpe. En la categoría de bronce ha disputado tres campañas con el filial del Athletic, 72 partidos. Quique Setién le fichó para el Lugo, donde la lesión le impidió ganarse un puesto en Segunda División.

Munitis podrá contar ahora con cuatro centrales de la primera plantilla, pero seguirá teniendo solamente a un lateral izquierdo, Borja Docal, que además es más extremo ofensivo que defensa. Tirar de la cantera, desplazar a Mikel Santamaría a la banda o utilizar a un diestro como Francis podrían ser las soluciones en caso de emergencia. En principio no se fichará más para la zaga porque el Consejo de administración sigue trabajando en la incorporación de un delantero centro.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Lealtad y deslealtad


El Racing fraguó su mejor encuentro de una temporada que va tomando color. El sol sale poco a poco, pero sale. Esta vez la víctima fue un inédito Lealtad de Villaviciosa con los jugadores haciéndose fotos como el Segunda B que visita un estadio Champions League 5 estrellas... Al destartalado Sardinero le otorgan menos estrellas, una…dos…una pensión modesta con vistas al mar. El puente incitaba al turismo por la región pero los chicos del Lealtad no vinieron de paseo. El Racing mejora y se afianza. Recibiremos al otro Racing en un estado de ánimo inmejorable.
Esa misma tarde, los aficionados se enteraron de la salida inminente de Iñaki al Alavés. El día que Paco se fue, perdón, el día que echaron a Paco, el bueno de Rober Garcia titulaba «La dignidad se fue por la puerta del garaje». Pues bien, con Iñaki, «la deslealtad se fue por la puerta de servicio». Destrangis y sin hacer ruido. Sin un portazo, un adiós, un hasta luego. Gracias por tantos, gracias por nada.
Hemos acabado hasta los «bebes» que diría el Youtuber Revilla con algunos de los representantes del denominado «Racing de los cojones». Eran tiempos excepcionales y por ello, convertimos a jugadores ordinarios en tipos excepcionales. Fue un error. Los jugadores pasan, los valores quedan. Iñaki pudo ser lo que quiso en este club y quedará como una mera anécdota. Hasta los ídolos pueden quedar en entredicho, como ocurrió con el mismísimo Munitis. Endiosamos y derrocamos jugadores con una facilidad pasmosa.
El lunes se aprobó el convenio. Algo se quedará de la operación Iñaki. El equipo lleva 18 de 18. La delantera funciona. El mediapuntismo se sale. Tenemos una defensa muy justa de efectivos que no de rendimiento. Si no fuese por la deslealtad, todo sería perfecto. Pero el fútbol es desleal e injusto. El amor de los jugadores es el amor de los marineros, besan el escudo y se van, no vuelven nunca más. Por eso, cuando encontremos a un marinero fiel o un jugador leal, hay que quererlo, hay que arroparlo. Como Francis, que siempre estará allí, fiel, leal, en su banda.
Hablando de alma marinera, se cumplen tres años de la querella de los piratas Harry y Pernía que jugaron a capitanes de la mercantil. Lo de Iñaki lo olvidaremos. Esto sin embargo, prohibido olvidar.
Pierre Mahe @pmahecas